Cuando me dirigía por la carretera hacia La Mancha me iba
diciendo “¡Qué difícil va a ser esto!” Claro, para un gallego acostumbrado al
verde y la lluvia adentrarme en una tierra desconocida tan diferente me parecía
una labor quijotesca.
Lo cierto es que cuando uno llega a La Mancha en invierno todo
parece baldío, nos recibe una planicie infinita de tonos pardos adornada
sencillamente por viñedos deshojados. El primer contacto con sus gentes no
cambia la sensación, de primeras los manchegos nos pueden resultar bastante secos
y parcos en palabras. Entonces me dije “date tiempo”, así lo hice y la
recompensa fue enorme.
La adaptación que se antojaba tan difícil se tornó
extremadamente sencilla al hacer vida cotidiana. Poco se tarda en entender que
los manchegos son gente que aprecia sobremanera la vida sencilla y humilde, sin
sobresaltos ni efusividades. En un par de semanas, sin darte cuenta, te
reconocen en las tiendas, el bar… te tratan con total normalidad y haces vida
como “uno más del pueblo” con esa sensación cálida de sentirte integrado. Los
manchegos te han acogido a su manera: Sencillamente con normalidad.
Como muchos ya sabéis, yo vivía en Las Pedroñeras, afamada
capital del ajo. Situada en el suroeste de la provincia de Cuenca, en el
corazón de La Mancha. Su emplazamiento es ideal para conocer bien la región
pues si das un paso al oeste estás en la provincia de Toledo, al sur en la de
Albacete y al suroeste en la de Ciudad
Real. Nadie debería pasar de largo de este pueblecito sin llevarse una buena
ristra de ajos IGP Ajo morado de Las Pedroñeras, las encontraremos sin
desviarnos de la carretera nacional en varios establecimientos que nos ofrecen
los buenos productos de esta tierra sin sentirnos “guiris” a la hora de pagar.
Como venía diciendo, Las Pedroñeras está situado
perfectamente para conocer la región y, como sabéis, salir a pegar “pateadas”
es uno de mis pasatiempos favoritos, el cóctel estaba servido. A través de los
caminos descubrí que los campos que a simple vista me habían parecido baldíos estaban
repletos de parajes extraordinarios y auténticas maravillas que están al
alcance de la mano sin hacerse notar, resistiendo orgullosos al paso del tiempo
sin luces de neón que nos los señalen, así descubrí así la esencia de La
Mancha: Tierra dura, orgullosa y humilde que se resiste a aceptar modernidades
estridentes. Envuelto en su frío seco y aire limpio uno aligera la mente y
siente una paz difícil de hallar en otro lugar.
En tanto a la gastronomía manchega quizá la mejor palabra
para definirla sea SABOR, bien asentado en los geniales productos entre los que
cabe destacar:
- Los quesos 100% leche de oveja bajo la D.O. Queso Manchego, no sólo los curados y viejos que sobradamente todos conocemos por su grandísima calidad y reconocimiento sino también los quesos tiernos que bien aderezados con un poquito de la buena miel de la Alcarria (D.O. Miel de la Alcarria) o fritos al estilo tradicional me resultaron gratamente sorprendentes.
- Los grandes vinos que se están produciendo y que han visto en los últimos años como conseguían el merecido reconocimiento que antaño no tenían gracias a la buena labor de productores, bodegueros y sumilleres manchegos.
- El cordero (IGP Cordero Manchego), como no podía ser de otra forma en estas tierras tradicionalmente trashumantes.
- Los productos de caza como las perdices, liebres, ciervo… Personalmente me vuelven loco.
En lo referente a las elaboraciones tradicionales hay mucho de lo
que hablar, la gastronomía manchega es extensísima, yo tuve la suerte de poder
trabajarla y disfrutarla. De entre tanto que habría para contar lo que a mí más
me sorprendió fue:
- El pisto manchego, quizá es una de las elaboraciones más conocidas de la gastronomía manchega. Consiste en un sofrito de ajo, cebolla, pimiento rojo y verde y tomate (también suele llevar calabacín). Su melosidad y sabor dulce lo hace ideal como acompañamiento de un sinfín de platos o sólo acompañado de un par de huevos fritos.
- El ajoarriero o atascaburras, es una elaboración a base de ajo, patata cocida y bacalao desmigado, que después se chafa en el mortero, de hecho la denominación “atascaburras” viene del sonido que hace al trabajarlo en el mortero, similar al que hacen los burros cuando quedan sus patas sumergidas en el fango “¡pruff!”. El resultado es como un puré denso de intenso sabor que tradicionalmente se acompaña de huevo duro y tostas de pan frito.
- El morteruelo, es un majado en el mortero que se hace con hígado de cerdo y carne de ave, conejo y quizá menor (codorniz, perdiz, liebre…) desmigada. Queda como un paté que luego se cuece y sirve en sartén acompañado tradicionalmente de piñones y uvas.
- Las migas manchegas, que son básicamente miga de pan fritas con panceta, chorizo… Una bomba de sabor.
- Las gachas manchegas, sin duda se trata de uno de los platos más singulares de la gastronomía manchega ya que se elaboran con la hoy en día rara y controvertida harina de almortas (la almorta es una legumbre que si se consumía en exceso podía provocar una enfermedad denominada latirismo que hoy en día ya no produce gracias a una selección genética), chorizo, panceta... Es una bomba en todos sus sentidos, puro sabor y energía. Con una ración de este plato uno puede ir a arar diez campos sin notar la fatiga.
- Los zarajos, son tripas de cordero enrolladas sobre sarmientos de vid que luego se fríen quedando crujientes y con un potente sabor que, en su debida dosis, resultan sorprendentes.
- El lomo de orza, es una elaboración de lomo de cerdo que primero se cuece en aceite, se dora y luego se deja macerar en ese aceite adobado. Totalmente a la inversa de lo que es común en este tipo de elaboraciones. El resultado es aromático, muy sabroso y muy jugoso.
- Por último quiero hacer especial mención a los Galianos o Gazpacho Manchego, para mí fue seguramente el plato que más me sorprendió y, precisamente por eso, comparto con vosotros la receta.
Podeis ver y descargar la receta pinchando AQUÍ |
Como veis no me he podido contener, tenía mucho de que
escribir y me quedo con la sensación de que me dejo muchas cosas en el tintero
pero, al menos, espero haber sabido transmitiros el gran aprecio y cariño que tengo a esa
tierra, de grandes personas, que es La Mancha. Este gallego siempre se sentirá
un poquito manchego.
Más información y lugares que recomiendo:
Pinchando en los links podeis ver mis comentarios en Tripadvisor
- Situación en el mapa de La Mancha
- Montemanuelgourmet. Situado en Villarrobledo (Albacete), para mí el mejor lugar para encontrar los buenos productos manchegos. Los envía por encargo al resto de España.
- Restaurante Granero en Quintanar de la Orden (Toledo).
- Hostal-Restaurante El Bomba en Las Pedroñeras (Cuenca).
- Casa Rural Insula Barataria en Belmonte (Cuenca).
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